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El embarazo es para relajarse, no para estresarse.

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El embarazo es para relajarse, no para estresarse.

Al momento de enterarse de la noticia de un embarazo, las reacciones son muchas y de diferentes tipos, pero hay algunas frases que las embarazadas suelen escuchar y que están completamente no recomendadas durante esta etapa, aunque preferiblemente durante toda la vida:

1.- “Casi ni se te nota”: Esta es una frase que parece muy inocente, pero puede causar mucha ansiedad a la futura madre, especialmente si es primeriza, ya que puede dar la idea de que el bebé no se está desarrollando correctamente. 

2.- “Has engordado muchísimo”: Aunque es el opuesto de la primera frase, la idea puede ser similar, hacer notar que algo no está sucediendo de manera normal. Además, ¿a quién le gusta que le señalen los kilos de más que uno tiene? Hay que recordar que el cuerpo entra en un estado de almacenamiento para asegurar que el feto tendrá los nutrientes necesarios para un óptimo desarrollo.

3.- “Duerme ahora, que después no podrás”: No hace falta recordarle a la madre (y padre) la futura ausencia de sueño. Están en una etapa de transición y preparación para un nuevo estilo de vida, no hay que predisponerlos a que será una tortura. Además, es muy probable que ella ya no pueda dormir más de 4 horas de corrido, por lo que no es un buen gesto recordarlo cada que sea posible. 

4.- “Seguro estás así por las hormonas”: Sin importar cual sea el motivo que originó esta frase, está completamente fuera de lugar. Probablemente si está más sensible a consecuencia de las hormonas, pero esta frase descalifica las emociones y decisiones que ella tiene, como si el embarazo fuera una etapa sin cerebro. 

5.- “Mi parto fue horrible” o “Fulanita estuvo 48 horas en labor de parto”: ¿Qué pretenden lograr con estos comentarios? Sin importar cómo haya terminado la historia y que ahora sean bebés felices, cuando la futura madre escucha este tipo de comentarios, lo único que piensa es “Que no me pase eso a mi” y por supuesto, se genera mucho estrés y ansiedad, los cuales son estados emocionales que afectan el desarrollo del feto.

6.- “¿Fué planeado?”: Esta es una de las preguntas más frecuentes y que pueden ser muy sensibles. Tal vez no fue planeado, pero si decidieron tener un hijo, hay que respetar la decisión de la pareja. Además, eventualmente te enterarás si fue planeado o no, lo cual es muy diferente a ser querido o no, lo cual es más importante. 

7.- “¿Más ropa para el bebé?”: Si, más ropa, juguetes o muebles. Estas compras tal vez no son necesarias, pero son importantes porque ayudan a asimilar la idea de un nuevo integrante en la familia, por lo tanto, es importante acompañar a la pareja en este momento y en vez de ser juez, es mejor participar en esta emocionante etapa. 

Ahora, después de leer las frases más comunes que se les dicen a las embarazadas, ponte a pensar si alguna vez se lo has dicho a alguna futura mamá y si no lo has dicho, ¡vas por buen camino!

Ahora que sabes sobre las consecuencias que produce el estrés en el feto y en la madre, es momento ahondar un poco más en este tema tan importante, decidimos compartir una breve lista sobre los efectos del estrés en el feto. 

Durante el embarazo todos tienen algo que decir, especialmente felicitaciones y buenos deseos, sin embargo de vez en vez se llegan a escuchar algunas palabras que generan preocupación, temor y angustia en la futura mamá y su pareja, aunque esta no sea la intención. 

Las anécdotas de embarazos difíciles, con complicaciones al principio o al final, así como embarazos no terminados por algún motivo pueden ser los temas que causen algún sentimiento de malestar en los próximos padres, además de innecesario, meten en la cabeza preocupaciones que no tienen argumento, pues la situación contada puede ser muy distinta a la de la pareja.

Es por esto que uno debe ser muy precavido al querer abordar temas no tan agradables, pues hay que considerar el bienestar emocional de la pareja, pero principalmente de ella, ya que de su estado emocional depende el buen desarrollo del bebé. 

Hace algunas décadas, se pensaba que para tener un hijo sano la madre debía de abstenerse de consumir tabaco, alcohol y por supuesto, todo tipo de drogas. Sin embargo, las investigaciones más recientes han demostrado que las hormonas como el cortisol, que es producida de forma natural por el cuerpo al estar bajo emociones negativas como la depresión, el estrés y la ansiedad, afecta al desarrollo del feto.

Entre las consecuencias que se han relacionado con la frecuente exposición al cortisol con el feto son:

1.- Se eleva el riesgo de padecer el Síndrome de Déficit de Atención o Hiperactividad.

2.- La ansiedad y el estrés de la madre reduce el flujo sanguíneo que recibe el feto, por lo que dispondrá de menor cantidad de nutrientes.

3.- Si la exposición al cortisol es prolongada, el coeficiente intelectual del bebé se verá reducido, disminuyendo su capacidad de aprendizaje.

4.- El cortisol es la hormona que nos prepara para el peligro, por lo que un bebé al estar acostumbrada a ella constantemente recibirá el mensaje de estar en un ambiente hostil, por lo que suelen ser niños más propensos a llorar, a estresarse y sentir ansiedad. 

5.- Así mismo, conforme el niño crece, buscará satisfacer su necesidad de cortisol, similar a una adicción, por lo que las conductas de riesgo, como trepar paredes, saltar desde muy alto o pelear con compañeros serán frecuentes y lo colocarán en riesgo. 

 

¡Si el estrés en exceso es malo para los adultos, imagínate lo que hace en un bebé! Por eso, de ahora en adelante, es mejor pensar antes lo que se va a decir, para evitar un mal momento a la madre y así continuar con un feliz embarazo. 

 

 

 

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